Deportes Concepción
Madre mía de lo que se entera uno en esto del internete. Resulta que en Chile, país de sufridores por las tristes circunstancias históricas que han tenido que soportar en el siglo pasado (que conviene que no se olviden), existe un equipo de fútbol al que llaman "los lilas", porque efectivamente llevan la camiseta de este color tan hermoso. Puede parecer que nos separan muchos hectolitros de distancia, pero en espíritu estamos muy cerca: el año pasado el equipo fue descendido automáticamente a segunda división por problemas financieros con estafa de por medio. Hombre, igual, igual tampoco, nosotros llevamos las cuentas claras y desde luego si hubiera segunda descenderíamos... pero como no la hay.
En temas que ya nos atañen más directamente, anunciamos a todo aquel que se crea que estamos centrados cada uno en nuestros proyectos para lelos y hemos dejado a un lado a la camiseta de nuestros amores que se equivocan clamorosamente. No solo estamos ensayando más que nunca, en una nueva y mucho más motivadora sala, sino que encima como un Luis Aragonés de pacotilla Javieeer ha pasado a ser entrenador-jugador del equipo. El resto le reconoce constantemente su nueva autoridad con muestras de respeto como hacerle un yuyu contra una columna en el última entrenamiento o directamente reírse de que el silbato aparezca en relieve al encontrarse con la cada vez más abultada barriga del "preparador".
La segunda vuelta comienza con el reencuentro con nuestros viejos enemigos, esos que nos robaron la primera liga en los despachos, esos con los que disfrutamos tanto en el escenario, esos... esos verdes. El próximo jueves 2 de abril en el pasto artificial del G10 comprobaremos qué tal funcionan las nuevas estrategias y si cada vez lo hacemos mejor y la gente nos vota aún menos, como es menester...