ÚLTIMA ENTRADA

Si has leído la ÚLTIMA entrada del blog de ImprovisaTeatro entenderás por qué lo de las mayúsculas. Si no, aquí va la razón: esto se acabó, amig@s, se acabó el match. Las razones se explican en la entrada mencionada, así que allí os remitimos, pero nos gustaría decir algo más al respecto: la sala, Granada10, ha tenido mucho peso en esta decisión. Después de meditar si era preceptivo hablar a toro pasado, hemos decidido que tras un año plagado de cambios de fecha a destiempo, subidas en el alquiler y en las consumiciones, usar como vestuario un almacén apestoso, en fín, de constantes sinsabores, debíamos al menos hacer algún comentario porque al final nos sentíamos como una especie de cajero automático en el que sacaban panoja cada dos semanas. Estos comportamientos son habituales en la clase empresarial de todos los sectores, y partiendo de la base de que en cualquier negocio el objetivo es ganar dinero, lo que no entendemos es por qué se hace tan mal. Es como la fábula de la gallina que caga huevos dorados, ¿por qué el granjero destripa al animal pensando que sus asaduras serían también de oro? Al final, claro, ni huevo ni gallina ni nada de nada. Pues aquí ha pasado un poco lo mismo, lo único que teníamos claro cuando hicimos la famosa última reunión es que de hacerse el match esta temporada, no sería allí… pero no se hará en ningún sitio, finalmente.

Echando la vista atrás, es mucho lo que los Lilas debemos al match, y tenemos que estar agradecidos. El match nos ha descubierto la impro, ha despertado unas vocaciones y ha apuntalado otras, nos ha permitido seguir actuando juntos y conocer a gente maravillosa. Y en el escenario nos ha permitido experimentar el distinto sabor del éxito y el fracaso. También el match tiene que agradecernos cosas: es de agradecer que existan equipos como el Lila, o como el Cádiz, o cómo el Atlético de Madrid que muestran tan vivamente en un breve espacio de tiempo como deben y como no deben hacerse las cosas. Pero cuando lo hacemos (o lo hacíamos) bien, no hay nadie que lo haga igual. Personalidad nunca nos ha faltado, ni personas y personajes en nuestras filas. Gracias a todos los que estuvieron: el Máster, gran Pánzer fundador; Jordi, el gran balear de desprejuiciada espontaneidad; Laurita, joya de la cantera triunfante en nuestros queridos Naranjas; Nurieta, las rastas más bonitas de Granada y las salidas escénicas más inesperadas; Arcadio, verdadero actor, bailarín, improvisador y lo que haga falta; y Jorge, gallego, docente, músico y luz blanca. Todos, todos Lilas, porque si eres Lila, ya no hay vuelta atrás, lo serás para siempre. A nosotros, los que hemos estado este año, Blete, María, Elena, Inma, Luis, Borja y Javier sólo nos queda dar las gracias al público que nos ha animado y acompañado estos tres años y pico.

Pero esto no acaba, esperemos que solo haya empezado. Si queréis acompañarnos, nuestras aventuras siguen aquí:

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